Venganza.

Ahora siento como mi corazon es victima de tus manipulaciones y veo lo hipocrita que eres. Me siento culpable por ser la causante de tu maldito destino, pero no me ciento mal por ello. Intentas desesperadamente salir de tu puta vida y correr hacia ningun lado, solo por escapar de aquello que te molesta en la conciencia. ¿A caso eres culpable de un asesinato? ¿Acaso has echo algo inperdonable? La respuesta es si, eres el asesino de la extraña muerte de mi alma, y es imperdonable lo que hisiste con mi corazon esa noche. ¿Acaso has perdido la cordura, o soy yo la demente en este caso? Verdaderamente los oscuros sentimientos de tu mugriento corazon no me interesan. No tengo nada por que discutir contigo, yo no eh perdido la razon de mi existir y por lo que se no tengo nada por demostrarte. Intentas desesperadamente diferenciarte de los demas, cuando lo que debes aprender es tener el valor de mostrarte a los demas como en realidad eres. Deberias aprender de muchos e intentar no dejarte caer ante la tenntacion de crear una vida nueba junto con cada persona que conoces.
¿Estas de cazeria nuevamente? Intenta esta ves no perderte en los ojos de la majestuosa bestia que tienes en frente. ¿Ahora me dices que yo soy la culpable de tu adiccion? Te confundes, tu nececitas sustituirme; pero vamos, aceptalo, nadie se compara con migo, y sabes que nadie cambiara mi lugar. Ahora dices que me odias, ¿que qieres mi muerte? ¿o solo tienes un frenetico deseo de provar mi sangre por ultima vez?
Te conosco y se lo que deseas, se cada movimiento tuyo. No te preguntes si te persigo, porque no lo hago, es que eres tan predecible. Siempre usas la misma tactica de cazeria: Vigilas, atrapas, pruebas y lo tiras, como hiciste conmigo. ¿Acaso te has divertido? (por su puesto...) ahora es mi turno de la divercion. Esta en mi poder tu vida y puedo manipular tus alrededores, puedo lograr lo inimaginable con unas simples palabras, puedo desenmascararte facilmente. Ja,ja,ja... ahora es mi turno de la venganza, y es Tan Dulce...







By. Sweet Madness