jueves, 22 de julio de 2010

El sabor de la muerte.

Manipularte, algo fácil de hacer, algo simple y entretenido, sé que puedo hacerlo y lo haré. Tenerte entre mis manos nuevamente, sentir en mi piel el roze de la cuerda atada firmemente en tus muñecas, sentir cada delicado roze del cuchillo en cada centímetro de la fina capa que me separa de tu sangre, sentir la euforia de una nueva desmembración. ¡Comencemos a jugar!Te despiertas de tu sueño, ves todo oscuro nuevamente, gritas y suplicas por tu vida porque sabes exactamente bajo la mano de quien estas y porque. Pequeñas luces comienzan a prenderse a lo lejos, vas divisando un pasillo, las luces se prenden de a una, mostrando una mujer alta que camina hacia ti, no muy grande, aproximadamente de 14 a 16 años. Crees que es un juego, pero no lo es, estas en peligro mi amigo. Ella tiene un gorro de copa, a estilo de ¿bruja? no, no, ella es una asesina, no puede estar así vestida! Te equivocas, si puedo, y lo hago. Parece algo estúpido pero no lo será dentro de un rato. Ella se acerca, resonando el eco de las pisadas que se acercan hacia ti, te extraña el hecho de no tener la boca descubierta, pero no dices nada. Ves como ella toca un interruptor mientras sigue caminando y se acerca a un armario; con violencia y certeza ella abre dicho armario, y saca un bisturí. ¿Con eso piensas matarme? Dijiste. Gran error mi amigo. A medida que se acercaba tu adrenalina subió, comenzaste a transpirar y agitarte, moviste la mesa de una manera demaciado brusca, lograste asustarla y ella se echo para atrás. Pusiste una excreción se satisfacción muy grande, haciendo una mueca de burla a la vez. No lograste ver su rostro pero sabias que estabas en problemas, pues el ambiente comenzó a ponerse denso. Élla se acerco a ti, poso su mano izquierda sobre tu mejilla y susurro a tu oído que no debes jugar mas con las emociones de los demás, ni momentaneamente. En una fracción de segundo pudiste ver su rostro y una leve sonrisa en el, pero comensaste a moverte intentando liberarte, ella aun con su mano en tu mejilla pidió cordialmente que dejes de hacerlo, no hiciste caso; rapidamente su expresión de cordialidad paso a ser una expresión de odio y rencor, clavando así el bisturí en tu mejilla. Este traspaso la piel y la carne, llego a cortarte la lengua. De un tirón ella saco el bisturí de allí para finalmente alejarse asustada y posarse en una mesa que estaba a dos metros tuyos. Tus gritos de dolor eran retumbantes y hacían eco por la gran habitación. Comensaste a saborear lentamente la sangre que salia de tu mejilla y lengua, sentiste el sabor de la muerte. Se acercó lenta y cautelosamente hacia ti, comenzo con el bisturí a hacer presión sobre tu pierna izquierda, cortó. La sangre comenzo a fluir, el rostro de la "pequeña brujita" era de éxtasis. Sentiste como el bisturí dibujaba formas curvas en tu pierna y sentiste como unas pinzas se metían entre ellas, sentiste un tirón y viste gotas de sangre volar por el denso aire de la habitación (una habitación lúgubre y pobremente iluminada, paredes blancas llenas de humedad y polvo, mucho polvo). Élla arrancó ese pedaso de carne de tu pierna, como si fuera algo apetitoso, viste darle un mordisco, como sangre caía de su boca a medida que masticaba, como con su mano limpiaba dicha sangre.Se acerco hacia ti y coloco el pedaso de carne cerca de tu boca, pidió que lo mordieras, a gritos te reusaste y ella no tolero ese comportamiento. De su tapado negro, del bolsillo derecho saco un revolver y lo coloco en tu cabeza. Si no comes morirás, ¿entendido? Ladeando tu cabeza lo negaste, ella le quito el seguro al arma; desesperadamente tiraste un mordisco y con fuerza intentaste arrancar un pedaso de tu propia carne, sentiste tu propio sabor, lamentablemente no te gusto.Ella se retiro de tu lado y se dirigió al armario nuevamente, comenso a sacar distintos tipos de dagas e inspeccionarlas, luego de un largo rato se decidió: largas agujas como clavos gigantes y finos saco del armario. Se dirigió hacia tu cuerpo y comenzo lentamente a clavarlos sobre tu estomago, lentamente, centímetro por centímetro, comenzo a salir sangre de tu boca y de la herida de la gran aguja. Tu corazón dejo lentamente de latir, clavo otra aguja, esta vez con mas fuerza y furia tus ojos quedaron fríos y clavando una mirada hacia la nada. Tu corazón paro. Una ultima aguja fue clavada postmortem.La "pequeña bruja" fue hacia el interruptor y apago la luz, salio de la habitación caminando por el lúgubre pasillo, las luces se fueron apagando a su paso. Metros antes de la puerta de salida, la brujita se dio vuelta, te miro entre la oscuridad y rió. Las luces se apagaron.

By. SweetMadness!

Great Big White World - Australia 2009


Sweet Madness & Teenage Dead Girl <3

I Love U.

I Love U.