domingo, 27 de diciembre de 2009

Mujer de blanca piel.

Luego de un largo tiempo inconciente, despiertas asustada, reconoces el lugar en donde estas, te parece tan familiar, es la sala de profesores. Pero a la vez te asustas, sientes algo en el aire que no esta bien. Con dificultad logras pararte e intentas salir de esa habitación, pero es inútil, la puerta esta cerrada. Sigues inspeccionando esa habitación, pero notas por fin que era eso que no estaba bien: el armario esta lleno de elementos cortantes. Escuchas un sonido extraño proveniente del cuarto de baño y giras bruscamente, en ese momento entro yo a escena. Tus ojos se ponen vidriosos, casi al borde del llanto, justo en el momento que me viste entrar con guantes y un trozo de madera. Te sentías rendida y caíste en un rincón de la habitación, yo fui a tu encuentro, y con el trozo de madera golpee tu rostro, dejándote con una nariz rota e inconciente, nuevamente.
Te coloque sobre un escritorio, puse a hervir agua en una olla, y del armario saque sogas para atar tus manos, acto seguido: las até. Tu despertaste nuevamente, en una nueva posición, intentaste liberarte pero no podías. Fríamente dije, mientras sacaba el agua del fuego:
- Es inútil.
Asustada giraste la cabeza y preguntaste:
- ¡¿Quien eres?! ¡¿Por que estoy aquí?!
- No es nada personal, querida. Tranquila, esto solo dolerá un poco. - contesté, dejando el agua sobre una pequeña mesa cerca del escritorio.
- ¿Que piensas hacer?
- ¿Que crees tú? - dije esta vez mientras sacaba mi famosa motosierra del armario y la dejaba a un costado, lista para ser usada.
Con una tijera que tenia en un cajón, corte tus ropas. Dejándolas caer al piso. Tu cuerpo asqueroso y grotesco, pero a la vez débil frente a tu espantoso destino quedo al descubierto.
Tire el agua en tu rostro, quemándolo y tú gritando de dolor dijiste:
- ¡¿Por que haces esto?!
- No es nada personal. - dije con una macabra sonrisa en mi rostro.
Era la primera vez que mataba a una mujer, así que decidí comenzar por lo que mas nos duele: los pechos. Con una daga comencé a cortarlos, sangre corría de la herida, cayendo por tu blanca piel hacia el piso. Tus gritos podían escucharse claramente tanto dentro como fuera de la habitación. Maldita sea. Fui hasta tu vientre, y sin dudarlo un segundo clave la daga con furia. Gritaste, lloraste, te retorcías de dolor. Mis guantes estaban ya manchados con sangre y la bata que tenia puesta, también.
Comencé a flagelar tus brazos, eso te dolía aun mas, me encantaba.
Tome la motosierra que se encontraba a un costado, la prendí, me acerque a tus piernas y dije:
- Esto dolerá un poco.
Las corte, ambas. Ya el piso estaba cubierto de sangre, el escritorio, mis guantes, mi rostro, mis ropas también. Estaba satisfecha pero deba terminar. Con un cuchillo me acerque a tu cuello, al oído dije:
- Espero que me sepas disculpar querida, no es nada personal.
Tu diste un ultimo suspiro y corte tu blanco y quemado cuello. Tus ojos soltaron unas últimas lágrimas y la sangre corría y corría. Tú, mujer de blanca piel, moriste desangrada y de la forma menos deseada.

By. Sweet Madness

Great Big White World - Australia 2009


Sweet Madness & Teenage Dead Girl <3

I Love U.

I Love U.