Tu sangre hierve, sientes adrenalina, el dolor te quema y el odio te encandila. Caminas lentamente con tu mente nublada, solo tus ojos te demuestran que lo que esta pasando realmente pasa. Tus arterias te duelen, agarras el cuchillo, miras sus ojos y echas un suspiro. Sus ojos lloran, deberías dejarlo vivir... pero el es la razón por la cual estas ahí, segada de odio te ríes en su cara y le adviertes lentamente lo que por tu mente pasa.
Lo ves tirado, tus manos ensangrentadas, sangre en la pared y su camisa manchada. El cuchillo cae de tus manos y rebota contra el piso, produce un eco que es música para tus oídos. Lo has vuelto a hacer, ¡Estas en marcha de nuevo! Crees que es mejor tirar el cuerpo, pero una parte de ti dice que lo dejes en su lecho, después de todo ¿no quería una muerte feliz? lo mato la mujer que amo y ahora lo deja libre al fin. Caminas hacia su cuerpo, lo miras a los ojos, una mirada perdida atrapa tu asombro, vuelves en ti, y lo ves llorando, no sientes pena ¡no morirá en vano!
Procedes a hacer la lenta y dolorosa operación. Lo atas de manos y pies, lo pones sobre la mesa, lo ajustas a tu gusto y sacas la motosierra. Procedes a hacer un corte, profundo y doloroso, en la pierna izquierda, esperas a que la sangre florezca. Cortando sus piernas te das cuenta que has sobrepasado el limite, pero sabes que te gusta, ¡no pares solo porque te asusta! Sigues con la otra pierna, el grita de dolor, ¡para ti eso es tu fuente de inspiración!
Dejas la motosierra a un lado, y sacas un cuchillo ya atrás nombrado, lo apoyas en el estomago y apretas hacia el fondo, el individuo grita y no para de llorar, pero poco a poco su corazón no va latiendo mas. Deseas terminar rápido, te diriges hacia su corazón, apoyas el cuchillo, cierra los ojos y escuchas un chillido.
Todo ha terminado, no hay marcha atrás, pero antes tu marca dejaras. Vas hacia una pared, y con sangre del individuo dibujas ¡Sweet Madness volverá por mas!
By. Sweet Madness