Tu cuerpo indefenso colgado fragilmente sobre la pared, tus manos y tus pies ajustados por frias y grises cadenas que apretan tu piel y razgan tu libertad tientan a la muerte y regatean con el destino.
Con los cuchillos en mi poder delineando tu final, con mi mazo quebrando cada centimetro de tu cuerpo y aplastando tus sueños e ideales de libertad.
Aniquilando tu futuro siendo jueza y verdugo, entregando tu alma a los vientos, viendote perecer como una rosa marchita. Queriendo sentir el miedo de tus ojos en mi piel y saborear tu sangre en mi boca, me juego hoy la vida apostando a que no habra un mañana.
By. Sweet Madness!
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